Entre 2011 y 2015, la Aduana detectó una fuga millonaria de capitales y evasión de tributos aduaneros. Luego de una investigación, agentes especializados de la Dirección General de Aduanas-AFIP, afirmaron que el 90% de la mercadería que estaba siendo exportada como alimento balanceado para perros era de harina de soja y el 10% restante de maíz molido y carbonatos agregados.
 
Esta maniobra trajo como resultado la posibilidad de tributar un 5% en un concepto de derechos de exportación, en vez del 35% que aplica a la harina. Esto le permitió a las empresas gozar de un tratamiento arancelario menos riguroso.
 
La primera empresa detectada fue Finning Argentina S.A, pero luego se descubrió que otras empresas del rubro se habían sumado al movimiento.
 
“El Protocolo de Análisis establece que las muestras extraídas consisten en estructuras vegetales en un 100%, con una proporción de harina de soja desgrasada superior al 96% y de maíz molido del 4%”, afirmo el tribunal de alzada. También, estableció que al resto de las 38 empresas exportadas serán demandadas por un total aproximado de USD 28,5 millones en concepto de tributos y 198 millones de pesos en multas.

Por: Nicolás Terminiello