La actividad de ventas y el interés en compraventa y alquiler de inmuebles está experimentando un crecimiento. Las expectativas del sector se marcan por la derogación de la Ley de Alquileres, la suba de escrituras y la disminución de las ventas apresuradas.

El mercado inmobiliario porteño está atravesando un periodo de resurgimiento. Según el informe del Relevamiento de Operaciones Inmobiliarias (ROI), durante el segundo trimestre de 2024 el porcentaje de negociación promedio respecto del último valor de publicación fue de 7%, y en julio llegó a 6,5%, por lo que finalmente coincidió con el valor del primer trimestre de 2019.

Además, el ROI reveló que el porcentaje de personas con apuro a vender sus propiedades disminuyó a un 14%, en contraste con el 28% de 2023, lo cual también coincidió con los resultados de 2019. “Esto significa que las personas apuestan más que antes por la vida en Argentina y no buscan deshacerse de sus departamentos”, menciona Gustavo, vecino de Zona Norte que tiene propiedades en Recoleta.

De acuerdo con el Reporte Inmobiliario, se registró un total de 30.295 mil de escrituras en agosto, un aumento del 133,7% en proporción al mismo mes de 2023 y del 31,6% en el acumulado de 2024. Este ritmo indica un gran aumento de la actividad y, junto con el blanqueo de capitales, permite especular una estabilidad creciente en el sector.

“La baja progresiva de la inflación quita un problema para el mercado, pero sobre todo la liberación del mercado de alquileres que había sido anulado por la retracción de la oferta ante la inestabilidad de los precios y el riesgo de los contratos. Pero el mercado de compraventa todavía debió esperar a que se estabilice el dólar y que reapareciera el crédito”, explica Tristán Rodríguez Loredo, economista y docente.

La derogación de la Ley de Alquileres fue un factor que contribuyó al cambio. Los propietarios explican que se han facilitado las negociaciones de los contratos y hay mayor libertad para plantear los términos con los inquilinos. Esto trajo, además, nuevos inversores e incentivó a los propietarios a volver al mercado.

Así, las expectativas en el mercado aumentan, como se vio en el reporte del ROI. En el segundo semestre del 2024, el 26% de los vendedores están interesados en comprar una nueva propiedad. En 2024, el 12% de las ventas de propiedades fueron realizadas por inversores, mientras que el resto de las compras fueron para uso personal. Los inversores optan por departamentos de 2 ambientes, que representan el 48% de sus adquisiciones. Los monoambientes son menos populares y ocupan el 23%. A su vez, el 90% de los inversores compraron en edificios que no cuentan con servicios adicionales, conocidos como ammenities.

El 67% de las ventas fueron de unidades sin cochera, y el 64% de los departamentos tienen balcón.

Si bien el mercado demuestra una transformación positiva, sigue siendo un mundo cambiante y el país continúa creciendo, por lo que hay cierta incertidumbre a la hora de vender. “Para los dueños de inmuebles, la rentabilidad es positiva pero no es tan grande”, expresa Loredo.