La mayoría de los deportistas que habitualmente corren sobre asfalto sufrieron lesiones articulares que pueden derivar en problemas crónicos. 

Correr en asfalto puede parecer conveniente por su superficie lisa y accesible, pero conlleva riesgos importantes para los corredores. Un artículo español del hospital IMSKE revela que la falta de fuerza y técnica al correr es menos peligrosa en superficies que amortiguan el impacto. Advierten que los efectos de este choque repetido provoca que el daño sea cada vez mayor. 

Según la última Encuesta nacional de actividad física y deporte, en la Ciudad de Buenos Aires un 54,3% de los habitantes corren con regularidad y un 52,8% de los practicantes eligen los espacios públicos, como plazas y calles. Ambos informes advierten que el fácil acceso del asfalto cercano a los espacios verdes lo convierte en una de las superficies más accesibles para correr. Sin embargo, el impacto que se produce en rodillas, cadera y espalda es notable si no se corre debidamente o si el cuerpo no está listo para ello.

Fuentes: ENAFyD 2023. Crédito: IDN.

El doctor Miguel Ángel Raijman deportólogo y especialista en traumatología de rodilla y artroscopia explica: “En las personas que corren en asfalto las lesiones más frecuentes son las de estrés o las fracturas trabeculares. Cuando se corre en asfalto y un día una persona hace distancias mayores a lo común o corre de manera no adecuada, pueden generar lesiones más graves que tengan que ser operadas”. 

Raijman afirma que el asfalto produce con más frecuencia lesiones de rodilla. La primera señal de una lesión es el dolor. Según Raijman, esta es la forma en la que el cuerpo comunica que no se está corriendo de la manera adecuada. Pero es aún más importante si la molestia ocurre en el edema de la pierna o de la rodilla. Las personas que acostumbran a correr en superficies duras de forma regular, donde el apoyo se repite del mismo modo, pueden desarrollar serias consecuencias.

Correr en asfalto a diario no solo puede llevar a lesiones que deben ser operadas como menciona Raijam, sino que también puede generar la llamada rodilla del corredor o síndrome de la cintilla iliotibial. La Clínica Martín Gómez en España, especializada en traumatología, sostiene que la rodilla del corredor es una irritación de la banda iliotibial, el cóndilo femoral externo y de la grasa situada entre ambos. Esta inflamación se produce por el roce de la cintilla iliotibial con el cóndilo externo del fémur y provoca un gran dolor e incomodidad.

Crédito: Clínica Martín Gómez.

Los deportistas que corren con regularidad pueden prevenir con anterioridad lesiones y el síndrome de cintilla iliotibial. Miguel Raijam asegura que la mejor medicina preventiva no es dejar de correr en asfalto, sino saber medir los límites de cada físico. Conocer el propio cuerpo y saber su resistencia es la mejor profilaxis. Otros factores preventivos incluyen utilizar el calzado deportivo adecuado, frenar la actividad física si hay un gran dolor y hacer ejercicios de musculación antes y después de correr.

Es esencial consultar a un especialista en caso de molestias articulares. Para prevenir lesiones y obtener más información sobre el cuidado a la hora de hacer deporte, ingresar a La Asociación de Médicos Deportólogos de Argentina.