La revista France Football, que desde los años 50 otorga el prestigioso galardón, dejó en evidencia ayer que la época de dos gigantes del fútbol mundial ha llegado a su fin, aunque su legado perdura como una de las rivalidades más memorables en la historia del deporte. Entre Lionel Messi (37 años) y Cristiano Ronaldo (39 años), se repartieron 13 de los 15 Balones de Oro entregados hasta el de 2023, que se llevó Leo. El fin de esta era deja abierta la puerta para la nueva generación, aunque sin un claro sucesor que esté listo para asumir el dominio absoluto. 

El Balón de Oro 2024 tiene dueño y es Rodri. El volante español del Manchester City y líder de la selección campeona de la Eurocopa se quedó con el máximo galardón, en una jornada cargada de sorpresas. La elección de él como ganador, con un estilo de juego distinto a los atacantes acostumbrados a recibir este premio, refleja un cambio en los criterios de elección hacia futbolistas con menor presencia mediática pero cruciales en el desarrollo táctico de sus equipos.

En la previa, el gran candidato del que se hablaba era Vinicius Jr., respaldado por una sobresaliente temporada con el Real Madrid. Su impacto fue evidente tanto en la Liga, donde sumó 15 goles y 6 asistencias, como en la Champions League, con 6 goles y 5 asistencias, incluyendo un doblete decisivo en las semifinales y un gol en la final frente al Borussia Dortmund. En este contexto, muchos esperaban que el brasileño, con tan solo 24 años y considerado uno de los jugadores más talentosos y decisivos del mundo, finalmente alcanzara el galardón que parecía destinado a sus manos.

Al enterarse varias horas antes de la entrega que no iba a ganar, Vinicius se bajó de la gala y ni siquiera viajó, al igual que todos los integrantes del Real Madrid. Esta fue una decisión cuestionable desde lo ético, al dejar el mensaje de que solo importa ganar.

Pep Guardiola se ha pronunciado al respecto de esta ausencia. El técnico citizen ha afirmado que cuando hay una votación, toca aceptar el resultado y no juzga negativamente que los madridistas no acudiesen. En declaraciones en rueda de prensa recogidas por Marca, dijo: "Quieren ir, está bien; no quieren, está bien. Quieren felicitar, está bien: no quieren, está bien. La gente es libre de ir o no ir. Si hay una votación, luego tienes que aceptar el resultado. A veces te gusta, a veces no, pero no importa. Mañana hay otro partido".

Los detractores del brasileño destacan que Vinicius ha sido a lo largo de la temporada tanto un símbolo de talento como de polémica. Sus constantes quejas hacia los árbitros, gestos hacia rivales y enfrentamientos con hinchas han contribuido a una imagen de jugador temperamental, y no siempre en armonía con la noción de "juego limpio". Esto habría sido un factor importante, teniendo en cuenta el criterio de France Football de que el Balón de Oro también represente a la publicación a nivel global. La revista pide a los periodistas que evalúan el premio que consideren no solo los logros y actuaciones individuales, sino también la imagen pública del jugador. 

“Si Vinicius hubiera ganado el Balón de Oro, habría sido más que merecido. Como la temporada pasada con Erling Haaland. Y no ganó. Y él estaba allí, estaba feliz, y felicitó a Leo y bueno, vamos a intentar hacerlo la próxima temporada si podemos estar allí otra vez”, reflexionó Guardiola esta mañana.