Más de 11 mil personas se acercaron al barrio porteño de Belgrano para formar parte de esta fiesta popular.

La puesta lumínica colocada en el frente de la Embajada de México. Crédito: Martín Yankelevich. 

La Ciudad de Buenos Aires fue nuevamente el epicentro cultural de una de las mayores festividades populares. La embajada de México organizó su evento anual del Día de Muertos, que incluyó actividades culturales, sociales y una imponente puesta visual. Con la modalidad de puertas abiertas, la sede principal de la embajada recibió a más de once mil visitantes que se acercaron a disfrutar de esta fiesta espiritual. El evento se extendió a lo largo de todo el fin de semana del 2 y 3 de noviembre.

El Día de Muertos es una tradición milenaria que tiene como finalidad honrar la memoria de aquellos seres queridos que han abandonado esta tierra. Su origen se remonta a las antiguas tradiciones indígenas de México. Es una festividad que fusiona las visiones de los pueblos originarios con la religión católica, y el centro de la celebración es la instalación de un altar con múltiples objetos que recuerdan a los seres queridos fallecidos. Según las creencias, las almas de los muertos regresan para disfrutar de las ofrendas creadas por sus familiares. Se utilizan varios elementos característicos, como la flor de cempasúchil y velas, en el ritual que recuerda a los difuntos. La festividad se celebra todos los 1 y 2 de noviembre de cada año y es producto de la simbiosis cultural entre las culturas mesoamericanas y la española.

La característica flor de cempasúchil, elemento natural principal en los rituales del Día de Muertos. Crédito: Embajada México.

Las representaciones de México en el exterior organizan esta festividad desde finales del siglo XX como parte de sus actividades culturales y sociales. Anteriormente, se había celebrado el Día de Muertos en el Museo Fernández Blanco, pero las últimas tres ediciones se llevaron a cabo en las propias instalaciones de la embajada, lo que implica un enorme desafío organizacional. En cada edición, se coloca un altar con figuras populares de México y Argentina. Este año, la celebración se realizó al estilo Xantolo. 

El Xantolo es una de las diversas manifestaciones de la festividad del Día de Muertos, específicamente de la región huasteca, que abarca varios estados del centro de México. Esta variante se caracteriza por tener una mayor influencia de las tradiciones de la cultura indígena. Xantolo es originalmente la forma en la que las culturas indígenas anotaron "Sanctorum", una palabra en latín que se refiere a la celebración de Todos los Santos. Hay un proceso de mestizaje entre la religión católica y la indígena, una amalgama que se refleja incluso en el término mismo.

Durante la tarde y noche de los días sábado 2 y domingo 3 de noviembre, miles de personas se formaron en fila en las inmediaciones de la Embajada de México, en el barrio de Belgrano, para participar en la festividad. Al ingresar al edificio, los visitantes fueron recibidos por una imponente puesta de luz con diversos colores. Tras una breve caminata, se llegaba al patio trasero, donde se encontraba el altar al mejor estilo Xantolo, rodeado de arcos adornados con follaje de flores y frutas. 

La presentación buscaba transmitir una sensación de naturalidad y contacto con lo rural, en contraste con los altares propios de lo urbano o de las iglesias. Los altares eclesiales suelen colocarse en espacios más pequeños, como en las capillas. En este caso, se aprovecharon los vastos jardines de la embajada para crear, en medio de la escenografía natural, un inmenso altar repleto de velas y fotos que recordaban a las figuras principales de la vida pública mexicana que fallecieron el año anterior. Después de la visita al altar, el recorrido continuó con una presentación de músicos interpretando música huasteca. Al finalizar, todos los visitantes fueron despedidos con el típico pan de muerto, un pan dulce, acompañado de chocolate caliente.

El imponente altar repleto de follajes florales y frutas ubicado en el patio trasero del Palacio de la Embajada.

Héctor Orestes Aguilar es el Agregado Cultural de la Embajada de México y el responsable de la organización de este evento. Según Aguilar, la embajada busca reproducir los valores populares y no masivos de la celebración. Es fundamental compartir las raíces auténticas de este fenómeno. 

La festividad del Día de Muertos ha sido masificada a través de películas como 007: Spectre (James Bond) y Coco de Disney, lo que ha deformado ciertos aspectos de la celebración e incluso ha adaptado algunas prácticas. Por ejemplo, la escena del desfile de calaveras en la película de James Bond dio origen al masivo desfile de calaveras anual de la Ciudad de México. Aguilar afirma: “Como diplomáticos culturales, luchamos todos los días por romper con los estereotipos. Tratamos de hacerlo a través de la música, por ejemplo. El objetivo es reforzar la sensibilidad y promover una educación para la tolerancia. Cuanto más podamos romper con los estereotipos, más civilizados seremos, y así tendremos una mayor comprensión sobre las actitudes ajenas”. 

El diplomático concluye señalando que hay un claro paralelismo entre las culturas del norte de Argentina y la celebración de Xantolo: “Esta no es solo una fiesta mexicana; es una celebración de unidad latinoamericana. Hay mucha espiritualidad en ella, y es una fiesta de conciliación, lo que nos une con las personas que nos han dejado y con nosotros mismos. Es una experiencia colectiva”.

Año tras año, las experiencias multiculturales crecen en la Ciudad de Buenos Aires. La masiva concurrencia al evento de Xantolo es una prueba fehaciente del creciente interés en este tipo de propuestas por parte de embajadas y colectividades que forman parte de la ciudad. Así, un fenómeno cultural específico de una civilización se convierte en uno de masas.