Se cumplen 18 años de la tragedia del Colegio Ecos

Cultura y espectáculos08 de octubre de 2024 Por Máximo Iuspa

El siniestro vial que ocurrió en la provincia de Santa Fe, donde fallecieron 9 estudiantes y una profesora, expuso la urgencia de implementar medidas más estrictas y efectivas para garantizar la seguridad vial en la Argentina.

El accidente que sufrieron los estudiantes del Colegio Ecos no fue una simple fatalidad. Las investigaciones demostraron que el camión circulaba zigzagueando, y que el chofer del micro, Oscar Eduardo Atamañuk, no solo no redujo la velocidad, sino que realizó un volantazo que desencadenó el fatal impacto. Además, quedó demostrado que él estaba bajo los efectos del alcohol. Esto dejó en evidencia la permisividad con la que se toleraban conductas irresponsables en las rutas argentinas.

Así, el 8 de octubre de 2006, un grupo de estudiantes del Colegio Ecos regresaba a la Ciudad de Buenos Aires tras haber realizado tareas solidarias en El Impenetrable, Chaco. El autobús que los transportaba colisionó frontalmente con un camión que circulaba de manera errática por la Ruta Nacional 11, en la provincia de Santa Fe. La tragedia cobró la vida de doce personas: los conductores del camión, Ángel Soto y Hugo Albrecht, y los estudiantes Julieta Posilovich, Daniela D’Agostino, Julieta Giataganellis, Delfina Goldaracena, Julieta Hartman, Nicolás Kohen, Benjamín Bravo De La Sena, Lucas Levin, Federico Ecker y Mariana Boy, así como la profesora del colegio que los acompañaba.

Seguridad vial: un problema aún pendiente
A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años, la seguridad vial sigue siendo uno de los grandes desafíos en Argentina. Según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), en 2023 se registró un promedio de 12 muertes diarias en accidentes de tránsito en todo el país. Esta tragedia expuso con brutal claridad la necesidad de reformas urgentes en materia de seguridad vial, pero los avances han sido lentos y las cifras de siniestros viales continúan siendo alarmantes.

Organizaciones como Conduciendo a Conciencia, fundada por los familiares de las víctimas, lideran campañas de concientización en todo el país. Además, se impulsaron leyes como la de "alcohol 0 al volante", que prohíbe la conducción bajo cualquier nivel de alcohol en sangre. En palabras del jefe de prensa de la ONG, Diego Molina: “Nos seguimos encontrando con situaciones incomprensibles que van desde conductores ebrios o drogados a niños/as menores de 12 años sentados sin su sistema de retención infantil” (Conduciendo a Conciencia, 2024).
Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Si bien se incrementaron los controles de alcoholemia y se reforzó la obligatoriedad del uso del cinturón de seguridad, especialistas coinciden en que la educación vial sigue siendo insuficiente y, por eso, es  necesario continuar trabajando en la prevención y en el cambio de hábitos al volante.

INFOGRAFIA RECOM. VIAL IUSPA

Crédito: Máximo Iuspa

La lucha judicial
La lucha por la justicia en este caso fue larga y plagada de obstáculos. En 2010, el caso estuvo a punto de prescribir sin que se alcanzara una sentencia definitiva. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó la reapertura de la causa en 2019, gracias a una apelación presentada por el fiscal de Estado de Santa Fe. En octubre de 2020, Atamañuk fue finalmente condenado a tres años de prisión condicional por homicidio culposo múltiple y lesiones culposas, además de recibir una prohibición de conducir durante cinco años.

La defensa del chofer presentó múltiples apelaciones para revertir la condena, pero todas fueron rechazadas. La última de ellas, ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, fue desestimada en julio de 2023, con lo cual la sentencia quedó firme; cierra así un capítulo en la larga búsqueda de justicia. Si bien no se logró una condena de prisión efectiva, el fallo siempre mantuvo como su objetivo principal que se sancionara la imprudencia del conductor y se removiera su licencia de conducir para evitar futuras tragedias.

Así, en 2007, se decretó el 8 de octubre como el Día del Estudiante Solidario en memoria de los jóvenes y profesora que perdieron la vida.

MAPA MUERTOS SINIESTROS

Crédito: Luchemos por la Vida

El futuro de la solidaridad y la seguridad vial
A lo largo de los años, los familiares y amigos de los estudiantes fallecidos transformaron su dolor en una lucha incansable por un cambio que garantice que otras familias no pasen por la misma experiencia devastadora. Como menciona Diego Molina, "No hacemos esto por ellos, lo hacemos porque no queremos que le suceda a nadie”.

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