La nueva sede del Malba en Escobar invita a la reflexión sobre el cuidado de la naturaleza a través del arte y de actividades educativas.

El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) inauguró una nueva sede en Puertos, Escobar. Malba Puertos, situado a 50 kilómetros de la sede original, ofrece entrada gratuita y un recorrido artístico en contacto con la naturaleza. La sede original en capital se destaca por su enfoque urbano y su colección permanente, mientras que Malba Puertos busca crear comunidad. 

Malba Puertos es un proyecto arquitectónico innovador. A diferencia del Malba en Av. Figueroa Alcorta, que es una estructura hacia el interior, el museo en Escobar está diseñado para abrirse hacia el exterior. La nueva sede cuenta con tres módulos independientes rodeados de paredes de vidrio, salas al aire libre, una playa, una tienda de la marca Malba, un café y un circuito público de arte que abarca 23 obras site specific alrededor de la Reserva Natural sobre el Río Luján. Este diseño permite no solo observar las obras de arte, sino también disfrutar del paisaje natural. La creación de esta sede implicó la colaboración de múltiples disciplinas, como ingeniería y arquitectura, lo que fomenta el trabajo en equipo y la formación de una comunidad en torno al proyecto.

Crédito: Micaela Botello

El personal de Malba Puertos también forma parte de la comunidad. Todos ellos son educadores cuyo objetivo es interactuar con las nuevas audiencias. Leticia Prone,  educadora del museo y dueña del proyecto artístico educativo La fuerza de la máscara, explica que invitan a los visitantes a participar de charlas y actividades educativas. Los equipos de educación los acompañan en recorridos y propuestas prácticas. De martes a domingo, a las 5 de la tarde, realizan talleres tanto en las salas de exposición como al aire libre. 

Leticia Prone, educadora del museo y dueña del proyecto artístico educativo La fuerza de la máscara expresó: “El museo es un espacio de diálogo”.  Crédito: Micaela Botello

Leticia Prone destacó: “La poética de todos los artistas que fueron convocados está relacionada con la naturaleza”. Ensayos naturales de Mondongo y Luis Ouvrard presenta una evocación constante de la naturaleza entre visiones de campos despejados y el espesor del bosque. Acto reflejo de Azer es una obra de coleccionismo que hace citas sobre la ecología. La vida que explota de Gabriel Chaile en diálogo con Claudia Alarcón, refiere a la primera civilización que habló de la pachamama y la madre tierra: los incas. 

Dentro de la Reserva Natural que rodea a Malba Puertos, los visitantes pueden encontrar instalaciones de gran escala, como la obra Mundo disco de Diego Bianchi. Este artista creó una biblioteca flotante en forma de domo sobre el lago, construida con 3,000 neumáticos reciclados. La instalación representa un espacio de refugio simbólico en caso de que la tierra llegara a su fin. En el interior, se puede acceder a una biblioteca con libros sobre biología, flora, fauna y métodos para salvar el planeta. Todo ello rodeado de una rica variedad de flores nativas.

Mundo disco de Diego Bianchi cuenta con 80 títulos dedicados a la sustentabilidad, ecología y medio ambiente. Crédito: Diego Bianchi y Micaela Botello.

Malba Puertos promete ser un espacio dinámico en que las obras se renovarán. Por ahora, la única exposición fija es La vida que explota de Chaile. A través de la interacción entre el arte, la naturaleza y la educación, este nuevo museo ofrece una experiencia inmersiva a sus visitantes.