Harry Houdini: 97 años de la muerte del gran escapista
El 31 de octubre de 1926, Harry Houdini, el gran maestro del escapismo y la ilusión, no pudo “escapar” de la muerte, poniendo fin a una era de asombro e innovación. 97 años después de la fecha, su legado perdura como un testimonio eterno de la capacidad inagotable del ser humano para desafiar lo que parece imposible.
Harry Houdini, nacido como Erik Weisz el 24 de marzo de 1874 en Budapest, Hungría, fue una figura que desafió las convenciones de su tiempo. Emigrando a los Estados Unidos a temprana edad, Houdini comenzó su carrera como ilusionista en Nueva York, donde adoptó su nombre tras el mago Jean Eugène Robert-Houdin, a quien admiraba plenamente. Durante muchos años, intentó esconder sus orígenes: su lugar de nacimiento, su nombre, e incluso la identidad de su padre, un rabino frustrado.
Houdini es considerado el mago más famoso de la historia. Crédito: De McManus-Young Collection - Library of Congress
A sus 19 años, empezó a probar trucos más desafiantes y llevar la magia un paso más allá. Uno de sus primeros escapes fue "La metamorfosis", en donde el ilusionista se metía en un saco que, a su vez, era introducido dentro un baúl cerrado con candados y con un ayudante sobre él. El baúl se tapaba con una cortina y, cuando ésta se abría, era Houdini quien estaba sobre el baúl y el ayudante, dentro de él. Fue un truco que representó más de 10 mil veces y que aún hoy es imitado.
Entre esposas que se desprendían sin explicación alguna y fugas de baúles en el fondo del agua, Houdini se erigió como el soberano de los imposibles, desafiando leyes físicas con una destreza que deslumbraba hasta al más escéptico de los espectadores. Se convirtió así en el padre del escapismo, una rama de la magia que hasta entonces no tenía gran importancia en la agenda social.
“Houdini fue un maestro indiscutible en la construcción de su marca personal. Dedicó su vida a convertirse en un nombre reconocido en el mundo de la magia y el entretenimiento, y lo logró a través de una combinación de ingenio, audacia y una habilidad admirable para autopromocionarse”, afirmó Adrián Lacroix, ilusionista y mentalista argentino de renombre.
Placa conmemorativa ubicada en la casa de Harry Houdini en Nueva York, donde vivió sus últimos 20 años. Crédito: cortesía de Adrián Lacroix.
El mago húngaro supo crear un personaje cargado de misticismo y misterio, y rodear sus espectáculos con un halo de intriga que mantenía al espectador completamente fascinado. “Houdini llevó la magia a un nivel más profundo al explorar los límites entre lo conocido y lo desconocido”, afirmó Lacroix.
Además, su muerte alimentó este velo de misterio. Si bien la versión oficial de su fallecimiento afirma que murió de peritonitis, años más tarde empezó a circular, de manera no confirmada, una historia que sugería que el famoso mago habría muerto intentando realizar uno de sus trucos más peligrosos.
El mago tuvo, además, un interés particular el espiritismo, tras la muerte de su madre, Cecilia Steiner, en 1913. Uno de los principales impulsores de este interés fue Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes. Sin embargo, la experiencia de Houdini en este extravagante mundo fue breve, ya que desarrolló una enorme desconfianza y rechazo con los manejos del “más allá”, que lo llevaron a liderar una cruzada contra los "traficantes de la inmortalidad".
La influencia del apodado “rey de las esposas” se extiende mucho más allá del mundo de la magia. Su vida ha sido tema de numerosas películas, libros y documentales que exploran sus hazañas y su compleja personalidad. Su figura también ha sido homenajeada en diversas formas de entretenimiento, desde la música hasta las artes visuales.