El regreso de González Iñárritu a los cines porteños

Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades, se estrena este jueves 3 de noviembre y marca el retorno del cineasta mexicano a las pantallas tras cinco años de silencio. 

Por: Maite Carbonell

Luego de su última obra -el cortometraje Carne y arena- González Iñárritu vuelve a los cines con una historia repleta de tintes personales. El filme protagonizado por Daniel Giménez Cacho (Silverio Gama) y Griselda Siciliani (Lucía), estará disponible en Netflix a partir del 16 de diciembre de este año. 

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La película se estrenó en la 79.ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia en competencia por el León de Oro. Imagen: UnoTV. 

La obra, como revela su título, es una crónica onírica en la que Silverio Gama, un reconocido documentalista mexicano, vuelve a su país tras emigrar a Los Ángeles, Estados Unidos. Al regresar, se ve enfrentado al pasado y a la nueva realidad del país. El personaje de Silverio es el alter ego de González Iñárritu, quién partió a Estados Unidos hace más de 20 años, y al igual que el personaje, perdió un hijo al poco tiempo de nacer. En esta autoficción, Silverio -encarnando los desafíos del emigrante- se encontrará cara a cara con profundos momentos de autocrítica y reflexión sobre temas que atraviesan a toda la región: la familia, el éxito, la pérdida, la identidad y la impunidad. 

Griselda Siciliani cuenta con solo tres películas en su repertorio. Sin embargo, no impidió que sea la elegida por el cineasta para interpretar a Lucía, la mujer de Silverio. Ella es el cable a tierra de su familia, especialmente de su marido, en este viaje de casi tres horas. Aunque el papel difiere mucho con la realidad cotidiana de la actriz, los temas propios del ser humano de los que trata la obra la ayudaron a darle vida al guion. “Alejandro, al haberse metido tan personalmente en esta historia, la volvió mucho más universal que cualquier otra. Expuso algo tan personal que todos nos sentimos identificados, como es el vínculo con mis padres, mis hijos, mis compatriotas y yo cuando dejé mi pueblo. Hay algo de cómo siento a mi país cuando estoy afuera y cómo lo siento cuando estoy adentro”, reveló la actriz a los medios. 

Aunque es la primera película que Iñárritu filma en México desde el 2000, cuando hizo Amores Perros, la temática de la obra no es nueva. Tanto Biutiful como Carne y arena son retratos existenciales del drama del emigrante. “Para mí, emigrar es morir un poco. Implica integrarte a un lugar, pero desintegrarte del pasado. Ese desasosiego, esa sensación de desplazamiento afectivo, cultural y colectivo de tus narrativas empiezan a ser más borrosas. Es aceptar de alguna forma el final de algo, y de renacer de nuevo y reinventarte”, confesó el director en una entrevista. 

De etimología budista, la palabra “bardo” significa “estado de transición” entre la muerte y la reencarnación, en donde se experimentan visiones sobre la vida que se deja atrás. Esto es clave para entender el verdadero significado de la película, ya que Iñárritu intentó filmarla siguiendo la naturaleza del sueño, en la que el tiempo y el espacio no tienen un sentido convencional, lo que hace que la obra sea un reto de filmar y de interpretar.  

Este estado de limbo persigue a todos los personajes del film. Silverio y Lucía, con identidad fracturada, como sus hijos, nacidos y criados en Estados Unidos. Lorenzo (Íker Sánchez Solano) y Camila (Ximena Lamadrid) viven en un estado intermedio al no poder empatizar con las raíces mexicanas de sus padres. 

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Daniel Giménez Cacho es uno de los actores más significativos de su generación y uno de los principales promotores del nuevo cine mexicano. Imagen: Netflix. 

González Iñárritu -junto a Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro- están reposicionado el cine mexicano luego de un silencio de casi tres décadas, posterior a su decadencia como consecuencia del fin de la Época de Oro. Durante los últimos años, México ha tomado el protagonismo en varios frentes en lo que respecta al séptimo arte: entre “los tres amigos” suman 11 estatuillas Óscar y ocho Globos de Oro. Aunque no todas hayan sido fruto de producciones 100 por ciento mexicanas, sin duda han llamado la atención del público internacional y han abierto puertas a diferentes talentos nacionales como Carlos Reygadas, Sebastián Hofmann y Tatiana Huezo, quienes están poniendo el cine Latino otra vez en la cima. 

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El rodaje se realizó en total secreto y retrata el lugar en el que creció el González Iñárritu. Imagen: Netflix. 

Los temas de emigración, impunidad, violencia y, sobre todo, las pérdidas interpelan a toda América Latina. Tocan especialmente a la Argentina contemporánea, que lucha con el éxodo juvenil y convive con las secuelas del Proceso de Reorganización Nacional. 

“Toca temas que atraviesan la historia de toda la región. Hay algo muy latinoamericano en la película, eso me hizo estar muy cercana a todo. Verla, es asistir, de algún modo, a ciertas coyunturas que nos tocan de cerca, nos impactan y duelen. Para mí es muy fuerte porque algunas cuestiones pertenecen también a nuestra historia", comentó Siciliani a la prensa. 

Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades, compitió en el reciente Festival de Venecia por el León de Oro y fue seleccionada por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas para representar a México en las nominaciones de los premios Óscar 2023. 

 

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