Los conductores, disconformes con los nuevos semáforos
Por: Jimena Lawson.
Los dispositivos instalados en la calle son magnetómetros que pueden relevar cuántos vehículos circulan por la calzada y tomar decisiones para optimizar los tiempos de viaje y espera de acuerdo con el momento del día o la noche. Según fuentes del gobierno de la ciudad, esta nueva tecnología garantiza una mejora en los tiempos de viaje de los conductores en el tramo que va desde la Avenida General Paz hasta La Pampa. Actualmente, cuatro mil semáforos cuentan con estos sensores inteligentes y se monitorean desde el Centro de Monitoreo y Gestión de la Movilidad Urbana. Sin embargo, los conductores de la ciudad no confían en ella.
Taxistas, ciclistas, quienes más circulan por la calle, creen que la medida no es efectiva. Cinthia, trabajadora de 40 años, mantuvo que la implementación tiene alguna inteligencia, pero que no es beneficioso: “no hay educación vial”. Además, la mayoría sostuvo que el gobierno debería centrar su atención en mejorar otros asuntos antes. “Deberían invertir en subtes y en educación antes que en estas cosas que no sirven para nada”, expresó Pablo, abogado de 60 años. Tanto Viviana como Leonardo, una pareja de 50 años que reside en la zona de Libertador, opinaron: “Esta tecnología no funciona en Argentina, no somos Europa”.
Al ser una de las avenidas más importantes de la ciudad, con gran tráfico vehicular, de bicicletas, monopatines, y muchas personas que practican deporte, es esencial ordenar y brindar mayor fluidez a la circulación. “La implementación de inteligencia artificial para mejorar la gestión y la experiencia de movilidad de todos los usuarios es uno de nuestros mayores desafíos y también una gran oportunidad. Gracias a este proyecto, calle compartida Libertador va a mejorar la fluidez de los vehículos y colectivos a través de sensores que modifican los ciclos semafóricos de manera autónoma y según necesidad”, sumó Manuela López Menéndez, secretaria de Transporte y Obras Públicas.
Antes de cada intervención urbana el gobierno porteño mantiene reuniones con los vecinos. Crédito: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Se instalaron más de 400 magnetómetros en todas las intersecciones y en cada uno de los carriles debajo del asfalto. De esta forma, se obtienen a cada instante datos de circulación como la cantidad de coches que ocupan cada carril. Esto permite que los automovilistas tengan la configuración óptima de los semáforos, reduciendo los tiempos de viaje y evitando esperas innecesarias en un semáforo en rojo, por ejemplo. “Una tecnología así es fundamental para la calidad de vida de los ciudadanos, creo en ella cien por ciento”, sostiene Paula, ciclista sobre la 9 de julio.
La primera prueba experimental de los semáforos inteligentes se realizó en 2021. Crédito: La Nación.
El sistema adaptativo se adapta a los flujos vehiculares que hay en todo momento, priorizando en el reparto o los tiempos de verde, a quien tiene mayor volumen. Para medir los resultados durante el período de prueba, se realizaron recorridos en el lugar y se analizaron las mediciones de congestión y demoras a través de aplicaciones de movilidad. Las reducciones de tiempo para los vehículos fue de hasta veinte por ciento y se calculó que la disminución en las emisiones de dióxido de carbono gracias a la implementación del sistema podrá ser de más de 200 toneladas por año.